Tres Claves para un Matrimonio Feliz

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Dios formó todo tu cuerpo, el de tu cónyuge y el de toda tu familia. ¿Cómo te sientes al darte cuenta que tanto tú como la persona que comparte la vida contigo son una maravilla salida de las manos de Dios?Pídele a Dios que ponga en ti la misma visión que Él tuvo cuando los formó, que te haga ver lo que él ve para ti y para tu cónyuge. De esta manera comenzarás a ver en tu cónyuge nuevas cualidades, nuevos talentos.


La primera clave para un Matrimonio Feliz es: la Aceptación

Muchos esposos y esposas manifiestan que no se dan los cambios que esperan en el actuar del otro. Es posible que estos tarden en llegar o que tal vez nunca sucedan. Entonces la única alternativa es la aceptación, tanto de la propia persona como de la pareja.

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Tienes que aceptar que tú también eres una maravilla salida de las manos de Dios y que en el transcurso de los años te puedes haber desviado de esa persona que Él puso en ti. Entonces, lo primero es identificar aquello que debes cambiar y hacerlo; luego aceptarte tal como eres, aceptar tu sexo, tú figura, tu edad, cada una de las partes de tu cuerpo, tu voz y también aceptar con humildad los talentos que Dios te dio.

Es fundamental que aceptes a la persona con quien vas a compartir la vida hasta que la muerte los separe. Es muy importante que tengan un diálogo, para que le puedas expresar todo lo que te gusta, lo que admiras, las cualidades que te gustaría que cultivara más, así como las que te gustaría que adquiriera. Manifiéstale cuánto la amas y cuánto la necesitas, y sobre todo, exprésale que la aceptas tal como es.


La segunda clave para un Matrimonio Feliz es: darle al cónyuge el primer lugar sobre la tierra

Hemos escuchado a muchas personas que con plena convicción dicen: el primer lugar en mi vida lo tiene mi mamá, lo tiene mi papá, lo tienen mis hijos, lo tiene el trabajo, o lo tiene mi proyecto de vida. Queremos decirte que en el plan de Dios las prioridades son diferentes. El primer lugar sobre todo el universo lo debe ocupar Dios, sobre la tierra, el primer lugar lo debe ocupar tu pareja, es decir, tu esposo o tú esposa.

Muchas personas le dan el primer lugar a todo menos a su pareja. ¿Cómo puedes darle el primer lugar a alguien o a algo diferente a tu esposa o a tu esposo si los dos son uno solo? Son una sola creación. Son una sola persona como lo dice la escritura.

Cuando se da el primer lugar al esposo o a la esposa, los primeros beneficiados son los hijos, al vivir en un ambiente apacible, abonado por la seguridad que se genera al tener unos padres que conforman una pareja sólida y estable, de quienes obtendrán bases consistentes para la construcción de sus futuros hogares.


La tercera clave para un Matrimonio Feliz es: Entregarse sin reservas

En-el-matrimonioÉl dio la vida por nosotros y de la misma manera cada uno debe morir a sí mismo y entregarse sin reservas. Cuando se da un detalle, se cede en alguna posición o se da alguna concesión esperando un agradecimiento, un cambio de comportamiento o alguna retribución, se corre el riesgo de tener frustraciones al no recibir la respuesta esperada o cuando ésta tarda en llegar.

Por eso, la fórmula infalible es entregarse sin reservas, dando todo lo que esté a nuestro alcance para triunfar en la empresa más importante que podemos emprender: la familia.

Unámonos en oración para pedirle al Señor que nos ayude a hacer realidad que en tu vida de pareja se realice una nueva creación.

Dile: Señor, te doy gracias porque he entendido que en tu infinita misericordia, me das la posibilidad, por la acción de tu Santo Espíritu, de construir mi hogar y según tus designios, hacer de mi familia una nueva creación.

Esposos Humberto Díaz e Isabel Botía

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